El día de la salida, fue muy corto ya
que quedamos alas 7:30.
Cuando despegó el avión me sentí muy
feliz y con muchas
ganas de visitar Londres. Una vez en el
avión nos divertimos
mucho haciendo risas entre todos los
compañeros y profeso-
res. Cuando aterrizamos en el
aeropuerto de Stanford nos
tocó hablar en ingles...por lo menos
intentarlo.
Después de salir de el aeropuerto
cogimos dos taxis que nos
llevarían al hotel pero casi no
llegamos porque los taxistas
estaban como cabras y por poco nos
chocamos contra un autobús.
Al terminar el viaje en taxi nos
instalamos en nuestra
habitación, no era gran cosa pero para
lo que la íbamos a
utilizar estaba perfectamente.
Si es que...estos taxistas... jejejeje!
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